La mesa ostentará siempre un centro de flores

Un paisaje se configura a partir de la coexistencia de elementos disímiles. Incluso la comida puede ser pensada como un paisaje donde tiene lugar el encuentro de lo distinto. En ese caso, deberíamos preguntarnos cuáles son los elementos que configuran nuestro paisaje alimentario: ¿cómo visualizamos lo que comemos?, ¿de qué está hecha nuestra comida? Un paisaje es también una extensión en espacio y tiempo. Si de comida se trata, esa extensión comienza en el momento de la producción del alimento, atraviesa las instancias de distribución y de preparación para llegar definitivamente a la de su consumo. Pero no termina ahí. El paisaje alimentario incluye también un momento de eliminación: todo aquello que sucede con los desechos, con los envases y el mundo de actividades que comienza con la recolección.
Pensar la comida como paisaje implica entonces adentrarnos en un territorio heterogéneo y complejo por el que muchas veces nos movemos de manera automática. ¿Qué lugar le damos a los alimentos en nuestra vida cotidiana? ¿Somos realmente conscientes de lo que ingerimos? ¿Qué formas relacionales establecemos con ese mundo que habitamos y del que nos servimos para existir?

Exhibición a partir de fotografías del Archivo General de la Nación. Artistas invitados: Mariela Paz Izurrieta, Fabiana Barreda, Raúl Flores, Gabriel Baggio, Matías Sarlo.
Centro Cultural Kirchner. 2021.